Javier NIevas, Responsable de Medio Rural

A medida que nos acercamos a estas fechas tan especiales, en las que resulta más fácil ver lo positivo, no podemos dejar de destacar un hecho que ha marcado el año en el medio rural asturiano y que eclipsa al resto: el reconocimiento de la Cultura Sidrera como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Es un gran orgullo que esta parte fundamental de nuestra identidad haya sido puesta en valor a nivel global, lo que, al fin y al cabo, no es más que un tributo al esfuerzo y dedicación de generaciones de llagareros que han mantenido viva una tradición única, símbolo de nuestras costumbres, nuestras raíces, y en definitiva, de nuestra tierra.

Pero, más allá de este gran acontecimiento, seguiremos en el deseo que se reconozca, en su justa medida, a todos aquellos que, con su esfuerzo y dedicación, preservan el medioambiente, mantienen vivos nuestros pueblos y hacen posible que nuestras mesas se llenen, no solo en estas fiestas, sino todos los días, de los mejores productos. Sin ellos, sin sus vacas, sin sus fabes, sin esos quesos que nos dan sabor y nos unen… Asturias no sería lo que es.

¡Feliz Navidad y mejor Año Nuevo!