Rafael Sánchez, director de Expansión de Caja Rural de Asturias en Cantabria, y Miguel Ortega, responsable del área de Empresas en la comunidad, conversan en esta entrevista sobre la presencia de la Entidad en la región y analizan sus retos y sus próximos objetivos.
Caja Rural de Asturias siempre ha tenido una vinculación muy especial con el sector agrario; ahora, buena parte de sus oficinas están ubicadas en núcleos urbanos, ¿hay un perfil concreto de cliente o se ha diversificado?
Rafael S.|“Nuestra Entidad nació con una firme vocación de banca cooperativa vinculada al medio rural y al sector agrario, pilares fundamentales para nosotros. Ahora bien, lo cierto es que en la actualidad nuestro perfil de clientes es mucho más amplio gracias, en parte, a la omnicanalidad. No se trata de definir un quién, sino un cómo. Y ahí lo tenemos claro: transparencia y cercanía para generar confianza.”
¿Qué tipo de empresa puede tener acceso a la financiación de Caja Rural?
Miguel O.|“Cualquiera que reúna nuestros criterios de viabilidad y riesgos. No queremos ser un proveedor más, queremos ser un socio financiero y así actuamos. Escuchamos, evaluamos y acompañamos. Tenemos la puerta abierta a todos los sectores empresariales: industria, comercio, servicios, logística, etc. Lo importante es el proyecto y la voluntad de partnership con nosotros.
El amplio catálogo de servicios que ofrecemos, sumado a nuestra flexibilidad y capacidad de adaptación, cubre cualquiera de las necesidades que pueda tener un cliente.
Además de analizar empresas, mi labor como responsable de Zona de la Banca de Empresas es implicarme con ellas. Nuestros clientes buscan soluciones y es lo que les ofrecemos; soluciones y un asesoramiento transparente y profesional que contribuye al desarrollo del parque empresarial cántabro.”
Sin olvidarnos del campo, ¿verdad?
Rafael S.| “¡Por supuesto! La diversificación no nos ha hecho perder el foco, solo lo hemos ampliado. Pero, sin abandonar nuestras raíces.
Conocer bien los ciclos del negocio nos permite ofrecer asesoramiento especializado a las empresas agroalimentarias y mantener una atención diferenciada. El medio rural y la agroindustria son –y serán– un cliente clave para nosotros, tanto por afinidad como por especialización.”
¿Cuántas oficinas tiene Caja Rural de Asturias en Cantabria y cómo ha sido la acogida?
Rafael S.|En la actualidad contamos con 6 oficinas ubicadas en Cabezón de la Sal, Torrelavega, Santander, Potes, Castro Urdiales y Reinosa.
¿La acogida? ¡Muy positiva! Después de más de dos años de nuestra primera apertura, podemos decir que empresarios, instituciones, profesionales y clientes nos han recibido con muy buenos ánimos.
Ahora que muchas entidades reducen su presencia en el territorio, nuestra apuesta por abrir nuevas sucursales traslada una imagen de compromiso y cercanía que genera confianza. “Ofrecemos un modelo de banca que cree en las relaciones a largo plazo, y esto es algo que la gente demanda y aprecia. Por eso, queremos que los cántabros nos conozcan poco a poco, que valoren nuestra oferta global y que podamos construir una relación sólida. Nos gustaría ser su Entidad de referencia en el medio plazo.”
¿Y cuáles son las perspectivas en nuestra comunidad?
Rafael S.|“Consolidación y crecimiento.
Por una parte, nuestro objetivo es que las oficinas que ya están abiertas funcionen como centros de referencia para empresas, autónomos y particulares. La idea es que se consoliden gracias a la omnicanalidad y a un catálogo de productos y servicios que se adapta a las necesidades de los clientes. Todo, sin perder nuestros valores: humildad, compromiso, confianza y cercanía.
Por otra parte, buscamos un crecimiento sostenible a largo plazo y, por eso, son nuestros clientes y sus demandas los que marcan nuestra estrategia. Pero, de momento, lo que es seguro es que abriremos tres nuevas oficinas en Cantabria a lo largo de 2026.
Queremos que Caja Rural de Asturias sea la alternativa que aporta un valor diferencial frente a la tendencia de concentración que domina el sector bancario.”
El mercado financiero se va concentrando muy deprisa en España, especialmente desde que desaparecieron la mayoría de las cajas de ahorros. ¿Crees que la gente agradece que se abran las opciones, con alternativas como la que representa la Caja Rural de Asturias?
Miguel O.|“Absolutamente, una entidad bancaria que solo mira el tamaño o la escala pierde el trato humano y la conexión con el territorio. Yo, que procedo de una de esas entidades, doy fe de que nuestra oferta de banca cooperativa, de banca de proximidad, es el plus que los clientes agradecen. Es nuestro valor diferencial.
Nos importa el avance de la comunidad local. Por eso, reinvertimos una parte muy importante de nuestros beneficios en proyectos que tienen un impacto positivo y que generan valor en los entornos en los que estamos presentes.
Además, nuestra presencia en Cantabria aporta competencia real al mercado, y eso es bueno para el cliente final. Más opciones se traducen en mejores servicios, mejores condiciones y más innovación.”
¿Sostenibilidad y competitividad son compatibles?
Miguel O.| “Sí, y ese es un objetivo explícito. Ser competitivos no significa renunciar a nuestros valores, sino ofrecer calidad de servicio y condiciones atractivas.
Tenemos una amplia gama de productos preparada para competir, tecnología para llegar a nuestros clientes a través de distintos canales y una robusta red de oficinas. Además, contamos con un gran equipo de profesionales preparados para ofrecer asesoramiento personalizado y aportar la solución más eficiente y competitiva.
Gracias al respaldo de todos los departamentos de la Entidad, el servicio que prestamos es ágil, transparente y eficaz. Desde nuestras aperturas en Cantabria, las empresas de la región han acogido muy bien nuestra forma de trabajar y reflejo de ello es que Caja Rural de Asturias ha vuelto a estar entre las entidades bancarias mejor valoradas en el 2025 según la encuesta de satisfacción de la OCU.”
