El Colegio profesional de Economistas de Asturias presentó el informe anual Económetro 2023, que elabora junto a la Universidad de Oviedo con el patrocinio de Caja Rural de Asturias.

El Económetro es un indicador de confianza socioeconómico cuyo objetivo es el análisis a corto plazo de temas estructurales y de actualidad, y mediante el cual el colectivo de economistas del CEA tiene ocasión de dar a conocer su opinión sobre la situación económica del Principado de Asturias.

Mariano Espín, director comercial de Caja Rural, destacó la importancia de este informe porque ofrece datos muy interesantes para el análisis de la coyuntura económica actual por parte del colectivo profesional.

Abel Fernández, decano presidente del CEA, explicó que “si bien es un índice con carácter pesimista, existe una mejora en la evolución de la economía, principalmente en el ámbito personal ya que la expectativa para Asturias sigue siendo baja”.

El Económetro se estructura en dos bloques. En cuanto a las cuestiones recurrentes que se preguntan en cada edición, relativas a cómo perciben los encuestados la evolución anual de su situación económica personal y de la de Asturias, los resultados de este año, presentados por Santiago Álvarez, vocal del CEA y coordinador técnico del Económetro, muestran un Índice de confianza de -12,9 puntos, en una escala de -100 a 100, mejorando las expectativas del año pasado, aproximándolo al nivel de pesimismo no muy acusado de hace dos (I-CEA = -12,43) en el final de la pandemia y antes del inicio de la guerra en Ucrania. Pese a la evolución positiva, todavía no se ha recuperado la percepción cercana a la confianza u optimismo del primer Económetro de 2019 (-6,96).

En cuanto a los índices parciales, las expectativas son optimistas cuando se refieren a su situación económica personal, donde el 57,8% de estos economistas afirma que su situación es igual o mejor que hace 12 meses. En la misma línea de optimismo, dos de cada tres (el 66,3%) estima que dicha situación será igual o mejor dentro de 12 meses. Parece que las consecuencias de la pandemia, la guerra de Ucrania y el aumento de la inflación no se han hecho notar especialmente durante el último año en la situación personal de los encuestados ni en sus expectativas de futuro.

En cambio, no son igual de optimistas respecto a la situación económica de Asturias. El 63,7% de los encuestados afirma que ésta ha empeorado respecto a 12 meses atrás, mientras que el 54,5% cree que empeorará a lo largo del próximo año.

La expectativa de ahorro en el hogar para el próximo año, mejora respecto a 2022, ya que casi uno de cada dos economistas asturianos consultados (el 49%) está de acuerdo con que será posible el ahorro en su hogar durante los próximos 12 meses.

También hay mejoras respecto al desempleo, pasando del 63,9% (en 2022) al 51,3% los economistas que creen que el desempleo crecerá en Asturias el próximo año.

En cuanto a los factores que condicionan la competitividad de la economía asturiana, el 65,9% continúa apuntando el precio de la energía como uno de los tres principales factores de competitividad de la economía asturiana. Tras este factor se sitúan las infraestructuras y comunicaciones y la presión fiscal.

Por otra parte, en el Económetro se analizan cuestiones que afectan de forma significativa a la economía asturiana en la actualidad. En concreto, en esta edición se ha preguntado sobre las medidas de política económica para combatir la inflación, y no existe consenso entre los economistas sobre cuál es la más eficaz para contener la subida de los precios. El 22,1% señala la disminución de las cargas fiscales de las empresas, seguido de incrementar la competencia en el sector energético (18,2%), impulsar un pacto de rentas (17,9%), continuar con política monetaria restrictiva (14,2%) y bajar impuestos indirectos a productos de consumo básico (12,3%).

En cuanto a las previsiones de la política monetaria del BCE, la gran mayoría de los encuestados tienen una opinión pesimista sobre la evolución a corto plazo de los tipos de interés. El 46,4% considera que el BCE aprobará subidas puntuales de tipos, aunque más moderadas que las de los últimos meses, si bien un 30,8% adicional opina que seguirá subiéndolos al mismo ritmo que el último año.

Por otro lado, si hablamos de inversiones energéticas, el 48,7% de los encuestados opina que es probable que constituyan el revulsivo que necesita el sector industrial para que recupere su tradicional peso en la actividad económica y el empleo de la región.

Si hablamos de los objetivos prioritarios de inversión con cargo a los fondos europeos de recuperación, el 76% de los economistas asturianos establece que el apoyo a la recuperación del tejido empresarial asturiano, en especial a las PYMES, debe constituir el objetivo prioritario.

Otro dato relevante que arroja el Económetro, es que el 62,7% de los participantes en la encuesta opina que no es probable que los consumidores asturianos estén dispuestos a pagar precios más elevados a cambio de consumir productos elaborados bajo estándares de sostenibilidad ambiental.