El 20 de diciembre del año pasado vivíamos un momento histórico que cambiará la realidad social y económica de muchos países: la llegada de Joe Biden a la presidencia de la Casa Blanca. El nuevo presidente de EE. UU. tiene una tarea enorme por delante, como es reducir la tensión comercial a base de aranceles entre el país norteamericano y Europa, una política que ha afectado al comercio exterior español y a sus oportunidades de negocio en el extranjero.
Lo previsible es que el cambio no se dará de forma abrupta, sino que respetará unos tiempos y comenzará por un cambio de formas.
¿Quién es Joe Biden, el nuevo presidente de Estados Unidos?
40 años avalan la trayectoria del nuevo presidente estadounidense, que lleva todo ese tiempo dentro de la Cámara de Representantes y el Senado. Adquirió experiencia como vicepresidente durante los dos mandatos de Barack Obama, en los que ayudó a cimentar una política de carácter moderado.
¿Cómo es la relación comercial de Asturias con EE. UU.?
Si nos fijamos en los datos de exportaciones desde el Principado de Asturias, el 30% de las ventas se concentran hacia países de la Unión Europea, en concreto Francia, Italia y Alemania. Pero, además, según los datos anuales de 2020 hasta octubre, Estados Unidos se posiciona como el cuarto país cliente para los productos asturianos, y a pesar de haber bajado el valor medio de las exportaciones en comparación con el ejercicio anterior, ha ganado posiciones frente a otros países como Portugal, Países Bajos y Turquía.
De hecho, durante los 10 primeros meses del 2020, el 94% de las exportaciones desde el Principado a EE. UU. son productos industriales y tecnológicos, con un claro predominio del Zinc en bruto sin alear.
En cambio, desde el Principado de Asturias se ha reducido de forma drástica las importaciones de productos desde Estados Unidos. En el año 2019, el ranking por países origen de nuestras importaciones lo lideraba EE. UU., cayendo posteriormente, hasta el punto que, en octubre de 2020, Estados Unidos ha pasado a ser el quinto proveedor, por detrás de Alemania, China, Francia y Polonia.
La evolución de los aranceles, una amenaza para el sector agrícola español
La Administración Trump aplicó muchas medidas arancelarias proteccionistas, situando al mercado español ante la decisión de lanzar sus productos a la industria más grande del mundo o decantarse por otros países. El encarecimiento en el precio final para numerosos bienes que llegan a la frontera estadounidense es de un 25%.
Una de las medidas más polémicas que llevó a cabo el Gobierno americano, en el mes de agosto de 2020, fue mantener los aranceles que impuso a la UE en 2019, como parte de una larga batalla entre Airbus y Boeing.
EE. UU. se lleva más del 20% de los ingresos que generan nuestras empresas exportadoras más importantes. Productos como el vino, las naranjas o el aceite son solo algunos ejemplos de cómo han afectado los aranceles a las posibilidades de nuestro comercio exterior, a raíz de los subsidios que recibió el constructor aeronáutico europeo Airbus en detrimento de su rival estadounidense Boeing.
La aprobación de la Organización Mundial de Comercio dio luz verde a Bruselas en noviembre para aprobar aranceles por valor de 4.000 millones de dólares contra los productos americanos. Esta respuesta a las intenciones de los EE. UU. era sólo una advertencia, porque la Unión Europea dejó claro que la mano seguía tendida para lograr un pacto que permitiera la retirada de los respectivos gravámenes.
El futuro de los EE. UU. pinta difícil, por el efecto devastador que está teniendo la pandemia en su realidad económica y social. En un primer momento, es normal pensar que Joe Biden mirará hacia el interior, tal y como afirman los analistas Uri Dadush y Guntram B. Wolff en las páginas de El Economista. “En esta etapa”·, auguran, “es probable que surjan oportunidades para lograr acuerdos parciales”.
Las energías renovables y las infraestructuras como oportunidades de negocio
Cuando nos preguntamos qué nuevas oportunidades de negocio surgirán en plena era Biden, una de las respuestas la encontramos en la transición energética. EE. UU. abandonó el Acuerdo de París en enero de 2017, mostrando su desacuerdo con las medidas hechas para limitar el calentamiento global. Sin embargo, Biden ha afirmado en varias ocasiones que quiere retomar las relaciones con otros países a través de este mismo Pacto, abogando por las energías renovables. Las empresas del sector energético se verían beneficiadas si hay un cambio real de políticas. Iberdrola es una de las compañías que miran con esperanza a la apuesta decidida de Biden por reforzar este sector dentro del mercado norteamericano de las energías renovables.
En el terreno de las infraestructuras, Biden quiere comenzar con el gran plan del Ejecutivo de Trump para sentar las bases del nuevo país. En este sentido, las empresas españolas tienen un gran nicho de mercado en el sector de la construcción. Valga como ejemplo que recientemente ACS se ha adjudicado por más de 2,2 miles de millones la ampliación del aeropuerto de San Diego.
Todos estos hechos generan nuevas expectativas en términos de mejoría de las relaciones comerciales con muchos países como España, que espera una actitud dialogante de la nueva Administración para que sus exportaciones sean nuevamente viables y puedan competir en suelo estadounidense.
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