Solo unas líneas para agradecerles, en nombre de la gran familia que formamos Caja Rural de Asturias, la confianza que un año más han depositado en nuestra Entidad. Gracias a los ejecutivos, directores financieros y responsables de las empresas, entidades y asociaciones empresariales que conforman el tejido productivo en el que operamos, por elegirnos como entidad financiera de referencia. Nuestro objetivo es seguir aportándoles valor cada día.
Con el cierre del año a la vuelta de la esquina y la Navidad en ciernes, es un buen momento para hacer balance de un ejercicio complejo marcado por la fluctuación de los niveles de inflación y tipos de interés e incertidumbre geopolítica. Pese a esta inestabilidad económica, no debemos olvidar que sigue habiendo expectativas de importante crecimiento y recuperación. Y así lo puso de manifiesto la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, en la jornada que compartimos al inicio de ese cuarto trimestre en Gijón, “La Economía española: evolución reciente, perspectivas y retos a medio plazo”. A juicio de Delgado “la situación financiera de las empresas es sólida” y el apalancamiento total de la economía, a cifras del tercer trimestre, se había reducido el 40%.”
Para Caja Rural de Asturias ha sido un ejercicio más que satisfactorio en el que hemos ampliado nuestra capacidad de red. Nuestra primera sucursal en Madrid, es su vez, la cuarta oficina abierta este año tras las aperturas de Arenas de Cabrales, Gijón y Cabezón de la Sal. Esta reciente apuesta por el impulso y crecimiento de la bidireccionalidad empresarial entre la capital y el Principado cumple el objetivo de estar donde nuestros clientes quieren que estemos, acompañándoles y ofreciéndoles nuestros servicios financieros e instalaciones.
Somos conscientes de que partimos de un momento privilegiado para afrontar los retos del futuro desde la cercanía al cliente y el compromiso social en la realización de nuestra actividad financiera.
Nos gustar reiterar que las empresas como generadoras de riqueza y bienestar, y nuestros empresarios, personas que las crean y las mantienen como motores de tracción de la sociedad, tienen en Caja Rural de Asturias un aliado. La fortaleza de nuestro balance nos permite seguir creciendo orgánicamente y acompañar a nuestras empresas en sus procesos de crecimiento sostenible, transformación digital, internacionalización, etc En la actualidad, la Caja es un instrumento al servicio del desarrollo económico de Asturias y de sus empresas.
Es Navidad, y es momento de pedir buenos deseos. Que la Estrella ilumine nuestro camino común y nos guíe por la senda de la prosperidad y el crecimiento en 2024.

Antonio Romero
DIrector General de Caja Rural de Asturias
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