Si hacemos un fugaz repaso al 2020 está claro que ha sido un año marcado por la rápida y necesaria adaptación tecnológica, tanto en el hogar como en las empresas. Las pandemia nos ha empujado a sumarnos a una carrera por adaptar cualquier entorno  a las mejoras tecnológicas tanto en el ámbito personal como profesional donde han tenido un especial protagonismo las videollamadas, el teletrabajo y la adaptación a las herramientas colaborativas. Esta tendencia continuará este año que acabamos de estrenar, donde las tecnologías más destacas serán aquellas que permitan a las empresas seguir mejorando la flexibilidad laboral y la resiliencia operativa a las circunstancias actuales que vivimos.

Una vez que las organizaciones evolucionen y pasen de estar centradas en responder a la crisis actual a impulsar el crecimiento, éstas se enfocarán en tres áreas: poner en el centro a las personas, lograr una independencia de la ubicación y proporcionar un suministro sólido. Estas son, en concreto, las grandes tendencias tecnológicas para 2021:

Internet de los comportamientos (IoB)

La llamada internet de los comportamientos (IoB o Internet of Behaviours) emerge a medida que muchas tecnologías capturan y utilizan los datos que generan las personas en su vida cotidiana; unos datos que las organizaciones utilizan para influir en el comportamiento de sus clientes.

¿Qué tecnologías hay detrás de este concepto?: las soluciones de reconocimiento facial, geolocalización, IoT o Big Data, aquellas herramientas que conectan los datos que generan determinados comportamientos como las compras o el uso de dispositivos, las que permiten supervisar por ejemplo los protocolos de salud durante la pandemia, etc. Como dato, los analistas de la consultora especializada en TIC Gartner, creen que a finales de 2025 más de la mitad de la población mundial estará sujeta al menos a un programa de IoB, ya sea comercial o gubernamental. El dilema aquí será cómo encajar estas tecnologías desde el punto de vista ético y social.

Hacia una ‘experiencia total’

Si el año pasado se hablaba de la ‘multiexperiencia’ como gran tendencia tecnológica, para 2021 evoluciona ésta al concepto de “experiencia total”. Las organizaciones necesitan una estrategia de experiencia total a medida que las interacciones se vuelven más móviles, virtuales y distribuidas; una realidad a la que está contribuyendo también la COVID-19. Los expertos resaltan además la importancia de facilitar experiencias cruzadas de cara a lograr diferenciación en el mercado.

Informática que mejore la privacidad

En un escenario en el que la legislación de datos es cada vez más madura pero en el que los riesgos de privacidad y cumplimiento por parte de las organizaciones también son más altos, una clara tendencia será aquella tecnología informática que proteja los datos en uso al tiempo que mantiene la privacidad. Para conseguir esto necesitaremos tres tecnologías con objetivos diferenciados:

  • La primera creará un entorno de confianza donde analizar datos sensibles.
  • La segunda procesará y analizará la información descentralizada.
  • La tercera codificará los datos antes de procesarlos.

Solo así se podrá seguir investigando manteniendo la confidencialidad, conseguir el cumplimiento normativo respecto a la protección de datos personales y además se podrán detectar ciberamenazas.

Los analistas de la consultora especializada en TIC Gartner, consideran  que para 2025, la mitad de las grandes organizaciones habrán implementado soluciones de computación y proceso de datos que vayan en esta línea, sobre todo de cara a actividades como la transferencia de datos personales, la monetización de datos, el análisis de fraude y otros casos de uso de datos altamente delicados.

Malla de ciberseguridad

La pandemia ha acelerado la empresa digital de modo que ahora la mayoría de los ciberactivos de las organizaciones están fuera de los perímetros tradicionales de seguridad física y lógica. A medida que las operaciones siguen evolucionando, la malla de ciberseguridad se convertirá en el enfoque más práctico para garantizar el acceso seguro y el uso de las aplicaciones ubicadas en la nube y los datos distribuidos de los dispositivos no controlados.

Este concepto de ‘malla de ciberseguridad’ se refiere a aquella tecnología que permita a cualquier persona acceder a cualquier activo digital de forma segura, sin importar dónde se encuentren el activo o la persona. Se estima que en 2025, la malla de seguridad cibernética soportará más de la mitad de las solicitudes de control de acceso digital.

Operaciones “anywhere”

A finales de 2023, el 40% de las organizaciones habrá realizado operaciones desde cualquier lugar para ofrecer experiencias virtuales y físicas mejoradas para clientes y empleados. Este modelo operativo de TI está diseñado para dar soporte a los clientes en cualquier sitio y permitir a los empleados el acceso a los recursos corporativos desde el lugar donde se encuentren. Supone un paso más allá del teletrabajo y la atención remota al cliente pues contempla experiencias de valor añadido en materia de colaboración y productividad, acceso remoto seguro, infraestructura en nube y en el edge, cuantificación de la experiencia digital y automatización para apoyar las operaciones remotas.

Negocio inteligente y componible

La pandemia ha dinamitado aquellos procesos empresariales estáticos  a la empresa capaz de rediseñar el proceso de toma de decisiones, permitiendo a las personas un acceso a mejor información y con una respuesta más ágil en aras de obtener más eficiencia. Tomarán cada vez mayor protagonismo aquellas tecnologías que mejoren la toma de decisiones gracias a un rico tejido de datos y conocimientos.

Ingeniería de inteligencia artificial

DataOps, ModelOps y DevOps son los pilares de ingeniería de la inteligencia artificial. Una sólida estrategia en esta materia facilitará el rendimiento, la escalabilidad, la interpretabilidad y la fiabilidad de los modelos de inteligencia artificial, al tiempo que proporcionará un mayor valor a las inversiones realizadas en esta tecnología, según Gartner.

Se trata de una tendencia importante teniendo en cuenta que solo el 53% de los proyectos de inteligencia artificial pasan de la fase de prototipado a la de producción, debido a que estos proyectos generalmente se enfrentan a problemas relacionados con el mantenimiento, la escabilidad y la gobernanza.

Hiperautomatización

La pandemia ha acelerado este concepto de que todo aquello en una organización que pueda automatizarse debe ser automatizado. Los procesos de negocio digital deben basarse en la velocidad, eficiencia y democratización, para adaptarse al entorno tan cambiante en el que nos encontramos. Aquí entrarían en juego algunas tecnologías como las herramientas de machine learning, la automatización de procesos, incluso el blockchain.

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