Solo queda un mes para que el Reino Unido abandone la Unión Europea y el gobierno de Theresa May y el Parlamento británico no se han puesto de acuerdo sobre las condiciones. Como resultado, y después del desacuerdo que manifestaron ambas partes el día 14 de febrero, May va a presentar una propuesta y los diputados podrán debatir cómo aplicar el Brexit.

Hoy, May tiene una oportunidad de oro para convencer a los diputados de que su plan es el mejor para materializar el abandono de la UE. Porque, sin acuerdo, será imposible que el Gobierno continúe su mandato -la legislación actual les pide contar con una ratificación parlamentaria para cuestiones de esta índole.

Las fechas clave antes de la separación

El 29 de marzo, las islas y el continente partirán caminos. Pero, hasta entonces, aún quedan un par de fechas a marcar en el calendario:

  • 21 y 22 de marzo. Los líderes europeos se reunirán en Bruselas. Parece complicado que los socios prorroguen el período de negociación del acuerdo del Brexit, lo que daría tiempo a las aspiraciones de Theresa May de convencer al Parlamento Británico. El Tratado de Lisboa, documento que fija el protocolo a seguir en este proceso, no se muestra claro al respecto.
  • 23 y 24 de marzo. Solo si se llegar a un acuerdo en la cumbre de los días anteriores podría ver luz verde la petición de prórroga de May, que podría tener tiempo hasta el 30 de junio.
  • 26 de marzo. Si se cumplieran estas predicciones, el Parlamento británico tendría que votar de nuevo este día la ratificación parlamentaria de Theresa May para cualquier acuerdo con la UE.

A partir de esta votación, el Parlamento Europeo debería ratificar el acuerdo también. Algo que, previsiblemente, ocurriría esa misma semana.

¿Habrá acuerdo o no?

La salida del Reino Unido de la UE, que se produciría el 29 de marzo, marca un hito en la historia del organismo europeo, dado que sería la primera vez que un socio europeo formalizaría su deseo de salirse del club.

Si para ese día no se ha alcanzado una postura común, el Reino Unido tendría que empezar a moverse hacia delante sin un acuerdo fijado y sin unas bases para la salida. Esto podría convertirse en un caos, a no ser que Theresa May solicitara una ampliación del plazo del periodo de negociación o iniciar los trámites oportunos para preguntar, otra vez, a los británicos si desean abandonar la Unión Europea.

Aún no sabemos cómo afectará al resto de países miembros esta terminante decisión de nuestros vecinos. Algunos diputados ya advierten que falta tiempo para aprobar todo el marco legislativo antes de forzar la salida del Reino Unido el día 29 del mes que viene. May, mientras tanto, no quiere ampliar el plazo y confía en llegar a un acuerdo temprano con la Unión Europea antes de esa fecha.

Solo los días que vienen dirán cuál es el destino del Reino Unido y la Unión Europea.