El Día de la Educación Financiera es una iniciativa promovida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España en el marco del Plan de Educación Financiera y en colaboración con diversas instituciones y entidades, entre las que nos encontramos. Lleva celebrándose desde el año 2015 con un objetivo: concienciar de la importancia de estar financieramente formados.

El lema de este año, “Conectados a la digitalización”, hace referencia a la importancia de la tecnología en nuestras vidas y a su adecuado uso para una mejor gestión de nuestras finanzas personales.

Comprender el funcionamiento, los riesgos y las oportunidades que ofrecen los productos financieros que contratamos y ser capaz de tomar decisiones financieras informadas es educación financiera.

La educación financiera nos permite tomar decisiones responsables e informadas para planificar nuestro futuro. Nos ayuda a “movernos” en el mundo de las finanzas y nos proporciona la confianza que necesitamos para relacionarnos con nuestra entidad financiera y ser consciente de nuestros derechos y obligaciones a la hora de contratar productos financieros. En el día a día, la educación financiera nos sirve para hacer una buena gestión de nuestros gastos e ingresos, sacando el máximo partido a nuestro dinero, y fijarnos unos objetivos de ahorro realistas y alcanzables.

Si tenemos proyectos personales o familiares, la educación financiera contribuirá a llevarlos a cabo, ayudándonos, por ejemplo, a saber manejar un presupuesto, a comprender conceptos financieros como la TAE o a valorar la posibilidad de endeudarnos a largo plazo de una manera sostenible.

Si somos emprendedores, la educación financiera también nos puede ayudar a gestionar eficientemente nuestro negocio y a ser más competitivo.

Si estamos en la etapa de pensar en la jubilación, la educación financiera puede facilitarnos herramientas para preparar convenientemente esta fase.

La educación financiera, por tanto, ayuda a mejorar nuestra calidad de vida.

La educación financiera es una asignatura pendiente para los españoles: más del 75% reconoce que mejorar sus conocimientos financieros ayudaría a la hora de optimizar y entender la gestión de sus finanzas, según la última Encuesta de Competencias Financieras, elaborada por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). España se sitúa claramente por debajo de la media (tanto de todos los países como de los países de la OCDE y UE) en cuanto a conocimientos financieros.

Organismos internacionales de la talla de la Organización para de Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Fondo Monetario Internacional, el G20 o la Comisión Europea han visto en la educación financiera de la población una buena herramienta para garantizar la protección de inversores y consumidores financieros, y reforzar la estabilidad financiera internacional.

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