Hoy hablamos con Joel Garcia, presidente de la Confederación Asturiana de la Construcción Asprocon, una interesante entrevista en la que nos cuenta la situación actual del sector de la construcción en Asturias.
¿Cuál es la dimensión del sector en Asturias?
“Con datos a septiembre de este año, el sector contaba en el Principado con cerca de 1.800 empresas que daban empleo a casi 17.00 trabajadores, de los cuales 9.562 están directamente vinculados al convenio sectorial y otros 7.349 a otros convenios directamente relacionados con la construcción. Estas cifras representan el 6% del empleo por cuenta ajena en Asturias. Si a ellas les sumamos los más de 8.300 inscritos en el régimen de autónomos de la construcción, alcanzamos una cifra de trabajadores de 25.290. En lo que va de año, la cifra de empresas ha disminuido ligeramente y se han perdido alrededor de mil empleos”
¿Cuál es el punto fuerte del sector de la construcción asturiano? ¿Y el débil?
“Sin ninguna duda es el empresariado y el espíritu de resistencia y de lucha que tiene, junto a la buena relación con sindicatos y trabajadores, lo que hace que seamos un sector que siempre resiste. Estamos comprometidos con el empleo y mantener los puestos de trabajo que tenemos es una máxima porque la experiencia de los trabajadores marca la calidad de las obras. Y se ha demostrado con la pandemia que somos un sector esencial y no se nos puede dejar teniendo picos y valles en la inversión; hay que hacer un mayor esfuerzo inversor. Nuestro punto débil quizás sea el pequeño tamaño de las empresas, en general, y la circunstancia de que trabajamos casi siempre para el mercado regional, muy pequeño también en dimensión y, sobre todo, una burocracia que no ayuda, que hace que no podamos invertir y crear más empleo.”
¿Cómo se enfrenta el sector ante los nuevos retos de la transformación digital?
“Por suerte o por desgracia, somos un sector muy tradicional que tiene que adaptarse y que ha innovado muy poco en los últimos 500 años. Ahora, con la digitalización, nos enfrentamos a retos como nuevas metodologías de trabajo. No soy reacio a esa transformación digital, pero hay que ser cautos, porque el ladrillo hasta ahora lo colocan las personas. Y no podemos ir a una digitalización forzada mientras sigamos trabajando con las manos. Sin una transformación profunda en la manera de construir, habrá una digitalización en la administración de las empresas, que poco a poco se trasladará a la ejecución de las obras.”
¿Qué papel juega la construcción en el proceso de transición ecológica?
“No puede existir una verdadera transición ecológica ni una descarbonización eficaz sin implicar de lleno al sector de la construcción. Tenemos, en general, un parque de viviendas obsoleto y esa descarbonización no va a ser posible si no se empieza por hacer más eficiente las viviendas y por una apuesta clara de las administraciones por infraestructuras sostenibles, ya no sólo las vías de comunicación sino también las necesarias para establecer puntos de recarga de vehículos eléctricos en toda la red viaria así como en las comunidades de vecinos.”
¿En qué momento para el sector llegó la crisis de la Covid-19?
“Ha llegado en un momento débil para las empresas porque llevábamos cuatro años saliendo de forma muy lenta de la anterior crisis y esto no nos pilla recuperados.”
¿Cómo se enfrenta el sector de la construcción asturiano a la situación actual?
“Con muchísima incertidumbre, como todos los sectores, pero por su dependencia de las tramitaciones administrativas puede padecer más o menos, según éstas se agilicen como estamos demandando. Y además, con las cifras de inversión pública más bajas de la historia, con infraestructuras que demandan cada día más actuaciones y que cada día reciben menos por lo constreñido de los presupuestos.”
¿Qué apoyos o necesidades concretas tiene el sector en estos momentos?
“Es sencillo de explicar. Necesitamos una legislación ágil en cuanto a los trámites de licitaciones, adjudicaciones y licencias; ir a la declaración responsable siempre que sea viable; identificar esos grandes proyectos que necesitan un tratamiento especial dada la gravedad de la crisis a la que nos enfrentamos, ya que no vale el mismo canal de entrada para un proyecto de 50 millones de euros que para uno de 12.000. Esto tiene que ser una máxima para el Gobierno del Principado. La Administración debe aumentar la inversión, movilizar los fondos europeos con rapidez y los ayuntamientos agilizar las licitaciones con el remanente de forma inmediata. Además, es necesario cambiar la Ley de Contratos para que al igual que en el Plan E, que fue un momento de emergencia nacional, se puedan licitar las obras en un corto espacio de tiempo.”
¿Qué puede aportar la construcción para superar la crisis tras el COVID-19
“Debe propiciarse que la construcción tire del carro como ha hecho en otras ocasiones. Somos un sector tractor que reporta vía fiscal un notable retorno a la Administración y que crea empleo con rapidez, además de tener mucho trabajo para descarbonizar, muchas obras de infraestructuras que mantener y acometer para ayudar a Asturias a convertirse en la Ibiza o el Benidorm del norte.”
Síguenos en...