El crecimiento de una empresa siempre supone un reto, y a menudo se ve sometido a una serie de frenos financieros que suponen un problema en su día a día. Además de las dificultades para encontrar información adecuada, se encuentra la existencia de una estructura económica deficiente o la gestión de la tesorería inadecuada. 

La principal consecuencia es que muchos negocios asturianos comienzan su andadura con buen pie y luego dejan de seguir una tendencia ascendente porque el mercado se lo impide, o porque no tienen una situación financiera adecuada. El resultado es que no pueden planificar una cartera de inversiones propia, lo que supone un obstáculo para que la digitalización llegue hasta su estructura productiva o para tener una estrategia de internacionalización adecuada.

En este artículo vamos a hablarte sobre los tres frenos financieros que ralentizan el crecimiento de tu negocio. Prepárate para seguir estos consejos y empezar a planificar tus activos para motivar a tus compañeros de equipo a seguir trabajando en el bienestar social y económico de vuestra empresa desde cero.

Consejos para poner fin a los tres frenos financieros

La pandemia ha obligado a muchas empresas a reducir sus niveles de actividad. De ahí viene la importancia de tener en cuenta los tres frenos financieros más comunes que atraviesan para conseguir sus objetivos, ayudándoles a comenzar la recuperación económica en las mejores condiciones.

El primer freno consiste en la falta de cultura empresarial. Este concepto es muy importante, porque establece todas las normas, valores, creencias y formas de sentir que se dan dentro de la organización. La idiosincrasia del grupo de trabajo no solo incumbe a los empleados, sino también a los proveedores y, en especial, a los clientes, por lo que es necesario establecer una estrategia para que se tenga una visión conjunta del negocio.

Es precisamente en el entorno del cliente donde se debe buscar la atención y la fidelización del consumidor a largo plazo, obteniendo un análisis de sus datos en internet o en el mercado local para ofrecer decisiones inteligentes dentro de la empresa. Para ello, es imprescindible llegar hasta las fuentes adecuadas, de forma que se pueda diseñar una planificación de crecimiento que cuente con objetivos y un plan de trabajo desde el primer minuto. Es necesario diseñar un documento donde se encuentren los puntos clave en la organización de la compañía, que permitan regular el proceso productivo o definir las costumbres y el código ético que seguirán todos los empleados.

Otro problema se encuentra en la cantidad de cuellos de botella que existen, dentro de apartados como la producción, el departamento comercial o la gestión de las finanzas. Cuidando del apartado administrativo es posible impulsar la eficiencia y la rentabilidad del negocio, porque es el que permite que la empresa tenga una organización operativa y dinámica que permita tramitar la información a tiempo e interpretarla para la toma de decisiones. Además, permite tener una imagen coherente y moderna del negocio, gracias a respuestas precisas y rápidas en el procesamiento de los presupuestos a clientes o en el estado de la facturación. En resumen, se necesita facilitar la comunicación entre todos los sectores organizativos para terminar de raíz con los problemas que vayan surgiendo en el seno de la empresa.

El tercer freno consiste en tener una capacidad financiera comprometida que impide al negocio escalar hacia el futuro. El crecimiento a largo plazo debe ser uno de los objetivos fundamentales de las empresas, pero la gran dificultad que encuentran es que se enfrentan a un volumen de ventas creciente mientras que no saben cómo redimensionar su capacidad financiera.

En este sentido, es clave apostar por una gestión eficiente de la tesorería, logrando un equilibrio en los procesos de cobro y pago. También es necesario planificar con anticipación la existencia de un capital suficiente, así como la definición de los resultados financieros esperados y la creación de un plan financiero realista que no permita el estancamiento de la empresa en el largo plazo.

El desarrollo de tu empresa, una prioridad para Caja Rural de Asturias

Para poner fin a los tres frenos financieros que dificultan el crecimiento de una empresa, siempre es conveniente contar con el apoyo de un socio financiero que conozca la situación del mercado y pueda ofrecerle la mejor opción para que gestionen la estructura económica de su negocio con total comodidad. Esto le permitirá crecer con un buen nivel de seguridad, estableciendo pasos para lograr todos sus objetivos comerciales a su debido tiempo.

Caja Rural de Asturias se compromete con el desarrollo financiero de las empresas, autónomos y emprendedores de la región, ofreciéndoles soluciones de tesorería como cuentas exclusivas para su negocio y un sistema de financiación y avales para que puedan gestionar una cartera de inversiones propia que les permita obtener la solvencia que necesitan para llevar a cabo sus proyectos de digitalización e internacionalización con las mejores garantías de éxito.

Además, la entidad les brinda un asesoramiento personalizado, con un estudio previo de su caso y propuestas de mejora para cubrir todas sus necesidades financieras. De esta forma, las empresas asturianas tendrán el mejor servicio para empezar a trabajar en su crecimiento económico y productivo en los próximos meses.

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