Celebramos la ceremonia de entrega de la octava edición del Premio Ingeniero del Año en Asturias 2021. Estos galardones organizados por la empresa Sacyr Fluor S.A, la Escuela Politécnica de Ingeniería de la Universidad de Oviedo y la Fundación Caja Rural de Asturias tienen como misión el reconocimiento a ingenieros/as asturianos, o cuya actividad profesional esté vinculada al Principado de Asturias, en el ámbito de la Ingeniería en cualquiera de sus ramas.
El Centro Cultural Niemeyer, en Avilés, uno de los polos de la innovación en Asturias, fue el escenario escogido para esta ceremonia que tuvo como objetivo la celebración del talento y por supuesto la celebración de las carreras profesionales de los dos galardonados: Aurelio González Soriano, presidente de NormaGrup, por su ‘Gran Trayectoria Profesional’, y David González. jefe de big data, analítica avanzada e inteligencia artificial en el Grupo Vodafone, por su ‘Proyección de Futuro’.
El presidente del jurado y primer premiado como “Ingeniero del año de Asturias”, el expresidente de Du Pont de España y Portugal Enrique Macián, estuvo acompañado por el presidente de la Caja Rural de Asturias, Fernando Martínez; el director general de Innovación del Principado, Iván Aitor Lucas; el director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, Juan Carlos Campo; la jefa del departamento de Electricidad, Instrumentación y Control de Sacyr Fluor, Lucía Blanco Díaz; y el vicerrector de Políticas de Profesorado de la Universidad de Oviedo, Pedro Alonso Velázquez.
Fernando Martínez, presidente de Caja Rural de Asturias, destacó en su intervención la importancia de la colaboración empresa y universidad, “en la búsqueda de caminos que hagan confluir el indispensable saber teórico con el, no menos importante, conocimiento práctico”. El presidente también subrayó el potencial de Avilés y sus empresas como referencia en la industria asturiana.
Aurelio González inició su intervención afirmando que la distinción no hubiera sido posible sin el trabajo de 170 personas que integran el grupo que preside, de las que 23 se formaron en la Universidad de Oviedo, y animó a “las autoridades competentes” a “cuidar y mimar” a la vetusta institución. Y lo razonó en una sola frase: “Si acordamos que sin ciencia no hay futuro, de esta Universidad depende el futuro de Asturias”.
NormaGrup Technology es el primer fabricante nacional de equipos de alumbrado de emergencia y el quinto productor de Europa. Su presidente relató ayer sus inicios, allá por los años 70, cuando vio un cartel en las oficinas centrales de una multinacional tecnológica que rezaba: “Piensa en grande”. Y lo hizo. A día de hoy, su cuota de mercado es del 40 por ciento; ha diversificado su negocio y se ha internacionalizado, adquiriendo una empresa holandesa de iluminación desde la que se centra la comercialización en Europa central y abriendo filiales en Reino Unido, Francia y México. En la actualidad, tiene presencia en más de 50 países, pero toda la fabricación se sigue realizando íntegramente en Asturias. “Pero una empresa no son solo instalaciones, laboratorios, productos, personas. Es algo más que eso, es un compromiso con la sociedad en la que desarrolla su actividad, que le une con la tierra y con las personas que allí viven, para devolver parte de lo que te ha entregado”, aseveró.
David González pertenece a la tercera promoción de ingeniería de telecomunicaciones de la Escuela Politécnica de Gijón. Con solo 36 años es el máximo responsable a nivel mundial de big data, analítica avanzada e inteligencia artificial en el Grupo Vodafone y ha sido seleccionado para integrar el grupo de 20 expertos de la Comisión Europea que elabora la estrategia de datos de la Unión Europea. La importancia capital de las personas centró el discurso del joven ingeniero. “Son la clave, las que me han acompañado, las que me han marcado y las que forman parte de mi vida y de mi trayectoria profesional”, aseguró. La ingeniería representa, según David González, los principios y valores que deben guiar a todo profesional: “El esfuerzo, la innovación, la creatividad, el trabajo en equipo… Esto es una lección vital que se puede extender a todos los aspectos de la vida”. También defendió la importancia de trabajar en otros países, “una gran oportunidad para aprender y volver con conocimiento y experiencia” para trasladarla con compromiso al lugar de origen. Y como colofón, una experiencia vital con carga de advertencia: decidió dedicarse a los datos cuando no había señales de futuro en ese campo.
Sólo nos queda agradecer todas las candidaturas recibidas, el trabajo del jurado, el apoyo a estos premios que ya encaran su novena edición y, por supuesto, el esfuerzo conjunto de nuestros compañeros de viaje: la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón (Universidad de Oviedo) y Sacyr-Fluor.
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