María Calvo Carvajal es licenciada en Derecho y Administración de Empresas por ICADE (E-3), y MBA por el Instituto de Empresa. Su carrera profesional se ha desarrollado en Construcciones San Bernardo, empresa familiar dedicada a la promoción y construcción de vivienda, de la que es directora general y accionista. Presidenta del Grupo de Promotores de la CAC- ASPROCON y vicepresidenta de la Asociación Nacional de Promotores Constructores de España, desde julio de 2021 preside la Federación Asturiana de Empresarios.
Hace casi ya un año asumió el cargo de presidenta de FADE, el impulso digital, la formación para el empleo, fondos europeos… ¿cuáles son en este momento los principales objetivos de la institución que representa?
“El principal objetivo es sin duda contribuir a que las empresas mantengan su competitividad en momentos tan complicados, tras una pandemia, con una elevada inflación que está reduciendo los márgenes. Queremos contribuir a crear un entorno favorable a la actividad empresarial, con una administración que no sea un campo minado de burocracia, con una fiscalidad que no discrimine a las empresas por su ubicación geográfica, unas políticas de innovación enfocadas a la empresa, una formación orientada al empleo, una negociación salarial responsable….”
De las múltiples iniciativas que ha impulsado al frente de la FADE, ¿Cuál ha sido personalmente la más ilusionante?
“Estoy especialmente comprometida con atajar o, al menos, mitigar el problema de coexistencia de un paro elevado con la falta de mano de obra cualificada. Por eso estamos abordando un ambicioso estudio de las necesidades formativas de las empresas. Y de ilusionante podría calificar nuestro programa MASSTEAM, con el que, junto a Fundación CTIC, queremos orientar a las jóvenes asturianas hacia formaciones científicas y tecnológicas.”
En pleno proceso de negociación de convenios colectivos en sectores clave de nuestra Comunidad ¿Podemos ser optimistas?
“Debemos ser cuidadosos y responsables. El incremento de los costes para las empresas, que están tratando de no trasladar a precios, así como las restricciones a la producción por la falta de suministros, están reduciendo de forma preocupante nuestra viabilidad y competitividad, que es el principal motor de una actividad que, además, no ha recuperado aún los niveles anteriores a la pandemia.
Teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada sector o empresa, defendemos la necesidad de realizar un esfuerzo de moderación salarial para preservar la viabilidad y la competitividad de las empresas y conservar el empleo, y la conveniencia de transitar hacia sistemas de retribución variable, vinculados a objetivos concretos y no a la inflación.
El caso de Asturias, las subidas salariales medias de convenio siguen siendo superiores a las del conjunto de España. Los datos oficiales de incremento de salarios en convenios con efectos en 2022 sitúan a Asturias en la sexta posición.
Además, si se compara el incremento revisado de los convenios colectivos con la evolución de la inflación en los últimos diez años, el resultado es una clara ganancia salarial.
Por eso apelamos a la responsabilidad de las organizaciones sindicales para evitar que un legítimo derecho de representación de los intereses de los trabajadores termine derivando en un daño irreparable al tejido empresarial, en el que todos, empresas, trabajadores y la sociedad en su conjunto, serían los perdedores.”
Se están instalando en Asturias empresas de gran tamaño. ¿Tenemos capacidad para seguir captando grandes empresas tractoras?
“Captar empresas es importante. Y Asturias puede y deber ser un entorno favorable para ello. Una región heredera de una larga tradición industrial, que está realizando en los últimos años una decidida apuesta por la innovación, el desarrollo tecnológico y la investigación. Con un entorno hermoso, acogedor…un gran lugar para invertir, y también para vivir.
Pero igualmente importante es fortalecer el tejido de empresas medianas y grandes en Asturias, un tamaño que permite acceder a mejores condiciones de financiación, mantener a personas con talento, innovar y, en definitiva, competir. Muchas pequeñas empresas tienen dificultades para definir una correcta estrategia de crecimiento, por no disponer de recursos internos para abordarla o por falta de financiación. O incluso por la propia penalización de la Administración, que suprime las ventajas fiscales o laborales que benefician a las pequeñas empresas y que desaparecen cuando éstas crecen.”
Uno de los temas clave de la actualidad es el reparto de los Fondos Europeos de Recuperación, los llamados Next-Generation. ¿Seremos capaces de canalizar estas ayudas de una manera efectiva en beneficio del tejido empresarial de nuestra región?
“Debemos ser capaces. No podemos permitirnos el lujo de no serlo. Los fondos deberían ser una gran ayuda en el despegue de la economía. Es cierto que se habían creado grandes expectativas que no acabamos de ver cómo se concretan. En FADE estamos haciendo un seguimiento exhaustivo. Es necesario que los fondos que llegan a los grandes proyectos públicos y a las grandes empresas beneficien, aguas abajo, a todo el tejido empresarial.”
La captación de talento y cubrir determinados puestos de trabajo especializados son el talón de Aquiles para muchas empresas asturianas ¿Cómo valoran este escenario? ¿Qué proponen desde la Federación Asturiana de Empresarios?
“Como decía antes, es una de las grandes preocupaciones de FADE. Y no solo por la falta de mano de obra en las empresas. Si no, sobre todo, porque estamos privando a nuestros jóvenes de un futuro laboral en nuestra tierra. Tenemos sobre nosotros una enorme responsabilidad. Debemos anticiparnos a las necesidades que apunta nuestro mercado laboral y mejorar la adaptación de la formación de nuestros jóvenes a las necesidades de las empresas, con especial énfasis en potenciar una verdadera formación dual. Capítulo aparte merecerían las relaciones entre la formación universitaria y las necesidades de las empresas, así como la atención al mundo empresarial en las primeras etapas de la enseñanza, para crear un caldo de cultivo favorable a la cultura emprendedora. La labor de los orientadores también es primordial.”
Desde su consideración, ¿qué puede aportar Caja Rural de Asturias como entidad financiera regional a las empresas asturianas?
“Es una entidad financiera con un gran arraigo en el territorio, con una especial sensibilidad hacia la pyme, muy unida al campo, muy presente en las alas de la región. Una entidad asturiana, muy bien valorada por las empresas asturianas.”
Siendo empresaria, seguro que también existen motivos para pensar con optimismo en el futuro para Asturias.
“Asturias necesita colocar a las empresas en el centro de su estrategia de actuación, trazar estrategias de futuro sólidas, pensar en el medio y largo plazo y apoyar de forma decidida la creación, renovación y crecimiento de nuestro tejido empresarial. Asturias tendrá futuro en la medida en el que lo tengan sus empresas. Y yo creo en ese futuro.”
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